miércoles, 20 de febrero de 2008

VICKIANA Y OLGA LARA....DOS POLOS OPUESTOS

Olga Lara y Vickiana, dos polos opuestos. Por Iván Ottenwalder Cuando Olga y Vickiana dominaban los escenarios artísticos en los años 80 yo era un pequeño niño que no se libraba de escuchar en las calles todos los comentarios a favor y en contra de ambas. La farándula no era mi deleite aunque tenía que soportar constantemente los encarnizados debates entre mi hermano y mi madre en torno a quien era mejor de las dos, cuando no eran entre mi madre y mi tío Juan Omar. Fueron unos años accidentados en materia política y económica, y de mucha nostalgia musical, pues todavía a estas alturas mucha gente adulta y que vivió aquella generación está deseando que aquella década dorada regrese. Aquello fue la época de despegue de muchos merengueros y baladistas masculinos y femeninos. Todavía unos cuantos se han mantenido a pesar de que ya no les queda mucho. Antes de hacer un veredicto entre quien fue mejor de estas dos estrellas de los 80 es necesario conocer la mentalidad del aquel momento, saber como pensaba la gente de ese entonces, la prensa, los organizadores de concursos, los productores de radio y televisión, cuales eran los parámetros que se tenían como correctos para ser artista o cantante, lo que estaba vedado o no, lo que el público quería o mejor dicho le habían condicionado a que quisiera. Entre Olga y Vickiana hubo diferencias, no necesariamente personales como ha pensado la mayoría, sino de estilos, y esto que evidentemente repercutía en el comportamiento psico y sociológico de la gente. Olga Lara, la “popularísima” como se le conocía en el decenio de los 80, encajaba perfectamente en la idiosincrasia de las grandes élites sociales y la clase media conservadoras del status quo imperante en el momento, en las formas y patrones que se tenían como idóneos en el arte y la música dominicana: Artistas vestidos de manera formal, bien presentables, de bonita voz y con temas musicales decentes. Vickiana rompió el tabú, con su estilo sensual y provocativo de exhibir las piernas y el escote y mover el trasero vendió al público una nueva imagen, que por cierto gustó mucho, ya que es bien sabido por todos que lo innovador siempre llama la atención, y Vickiana en ese sentido fue lista e inteligente, llamó la atención en los espectadores, lo que provocó un cambio en el panorama artَístico dominicano. El público y las pasiones se dividieron, lo que le dio argumentos más que suficientes a la prensa para crear esa rivalidad. Debemos saber que los medios de comunicación lo que buscan es crear noticias como de lugar y con el caldo de cultivo que ya había en el ambiente los medios no podían y no iban dejar pasar por alto ese momento cumbre. El periodismo de farándula logró su máximo esplendor, los programas de radio no dejaron escapar la oportunidad para meter el tema Olga Lara – Vickiana en sus guiones y la venta de periódicos se disparó, lo que por consiguiente se puede deducir que esta competición le hizo muy bien a los mass medias criollos. En cuanto a cual de las dos estrellas de la canción tuvo mejor voz todavía muchos expertos en el arte no se ponen de acuerdo lo que daría a entender que en ese renglón hubo un empate técnico. Olga a mi juicio fue más completa ya que ella compuso la mayoría de sus canciones, y muy buenas por cierto, además de que dominaba instrumentos musicales como el piano y la guitarra. Olga Lara está catalogada como una de las mejores compositoras que ha tenido toda la historia artística dominicana, y esto es algo que nadie puede refutar no importa con quien usted se haya identificado. Vickiana fue más creativa en el escenario, como bien señalé antes ella cambió en poco tiempo el esquema que durante muchos años dominaba en el medio artístico. Vicki provocó que mucha gente se quitara el velo, los que estaban dentro de los closets salieron de ellos y se volcaron a favor de la “Sensual”, acudían a sus espectáculos en masas, y sin mentirles a nadie en casi todos abarrotó. Algo que se debe tomar en cuenta y esto hay que resaltarlo, es que muchas mujeres que se tildaban modernas y no estaban de acuerdo con la mentalidad machista y patrones de conductas que les habían impuesto por años vieron en esta artista de lindo cuerpo, atrevida y pícara en las formas, alegre y liberal para la época una forma de expresión contestataria hacia los remanentes del viejo orden. Vickiana sacó gran ventaja a esta situación captando cada vez más y más adeptos. Estas características de Vicki también revolotearon las neuronas de muchos hombres que antes no habían visto algo diferente a lo convencional. Ambas fueron trabajadoras incansables, creativas en sus producciones, dos guerreras que cada año terminaban disputándose los galardones El Dorado, El Casandra y el Disco de Oro. Olga se llevó la mayoría de los lauros pero siempre tuvo el acoso de Vicki que con insistencia le pisaba los talones. No fue fácil para ninguna de la dos, pues la competencia no fue sencilla. Hubo fans de uno y otro bando que se enfrascaban en largas discusiones, se llegó a hablar de fraudes y favoritismos en la entrega de premios cuando una de las dos no salía agraciada, pero lo cierto es que la decisiones que recaían en los miembros del jurado además de delicadas no fueron ni un fly al receptor por decir una jerga. La rivalidad Vickiana – Olga Lara fue lo más parecido a la confrontación entre liberales y conservadores. Los liberales del cambio estaban con Vickiana, los conservadores del sistema con Olga. Fueron años de oro para la música en nuestro país, pues también vale recordar que hasta en el merengue hubo su revolución con los estilos electrónicos de Wilfredo Vargas y Bonny Cepeda quienes jugaron un grandioso papel en la innovación musical. Olga fue bien conocedora de la mentalidad imperante en la época, por eso su estilo cayó bien; Vickiana supo darse cuenta que el sistema necesitaba cambios y llevándolos a la práctica consiguió atraerse gran parte del público que en primera instancia estuvo del lado de Olga, incluso, la introducción de los chistes coloraos en los escenarios por parte de Vickiana fue todo una estrategia de la “Maidita” para sacarle ventajas a la “Popularísima”, cosa que en efecto dio resultado. “Olga Lara es otra cosa” y “Vickiana no es cualquier cosa” fueron lemas de batalla si se puede decir en el sentido estricto de la palabra, pero lo que si debe quedarnos claro es que estas diosas de la canción fueron parte del mejor legado artístico quisqueyano y una vez más hay que darles la razón a quienes sostienen que para hablar de artistas femeninas es necesario dividir la historia en un antes y un después de Olga Lara y Vickiana.